Con su estilo de baile de percusión y su emotivo cante de acompañamiento, el flamenco es un arte único reconocido en todo el mundo. En su forma más natural, la esencia de lo que hace que el flamenco sea diferente a todo lo demás en el mundo es que es un estilo musical de improvisación arraigado en la rica historia de la península ibérica. Pero no se deje engañar: como cualquier arte de improvisación, el flamenco requiere dedicación a la práctica y un estudio profundo.
El flamenco es algo que hay que experimentar en persona para apreciarlo de verdad. Si está planeando un viaje a Granada y quiere incluir un espectáculo de flamenco en su itinerario, este manual de Tablado la Soleá le guiará en la dirección correcta:
TABLA DE CONTENIDOS
Historia del flamenco
El flamenco nació en Andalucía a partir de una mezcla de culturas que han llegado a definir la identidad de la región. En toda Andalucía podemos ver y sentir las influencias de la cultura árabe y judía, pero en lo que respecta al flamenco, se atribuye históricamente a los gitanos la creación (o al menos el perfeccionamiento) de este arte. Debido a su asociación con los gitanos, históricamente condenados al ostracismo en toda España, el flamenco fue considerado durante mucho tiempo una actividad vulgar y de baja estofa entre la élite española.
Lo que tiene sentido dado el carácter nómada de las personas que lo interpretaban. Pero a pesar de las objeciones de la Iglesia católica y de los críticos acérrimos, el flamenco ha llegado a definir a España de una manera que no lo ha hecho ninguna otra forma de arte nacida en España. De hecho, ha sido reconocido por la UNESCO como parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El flamenco ha llegado para quedarse, y su impacto en la historia y la cultura es innegable.
Estilos de flamenco
El flamenco es baile. También es toque de guitarra, poesía, palmas, chasquidos de dedos y cante. Una de las características más definitorias del género es el sonido que hacen los guitarristas al golpear con el pulgar la guitarra al ritmo de la música, lo que se conoce como «el toque». El baile es totalmente improvisado y confiere al flamenco un gran atractivo visual. Pero el bailaor es algo más que un acompañamiento visual; su cuerpo se convierte en un instrumento al pisar y golpear el suelo con los pies y chasquear los dedos en armonía con el toque de la guitarra.
El cantaor hace su aportación a la escena interpretando un cante. Y a la hora de cantar, existen 50 variedades de palos, categorías o subconjuntos del cante propiamente dicho, cada uno de ellos compuesto por su conjunto de ritmos único. Algunos de estos estilos son bulerías, alegrías, fandangos, tangos y sevillanas.
Los mejores lugares para ver flamenco en Sevilla
En Sevilla hay tres tipos de lugares para disfrutar del flamenco: los tablaos, los teatros y las peñas, estas últimas más bien de carácter informal para celebraciones. Los tablaos suelen ser lugares más turísticos; en ellos se puede ver un buen espectáculo pero a un precio más elevado. Si lo que busca es un flamenco auténtico con un arte de primera categoría a un precio asequible, lo que debe buscar es un teatro o una peña.
Para empezar a experimentar un pedazo de historia mientras está en Sevilla, esta es una gran lista de lugares que puede visitar para ver flamenco en vivo. Sólo recuerde consultar siempre sus sitios web o llamar con antelación para asegurarse de la disponibilidad durante la temporada en la que va a viajar.